Finalmente la lluvia dejó salir la procesión de Jesús flagelado y Nuestra Señora de las Lágrimas. Estuvo amenazando toda la tarde con llover, incluso granizó, pero al final el tiempo respetó la procesión. El Cristo flagelado de Salvador Carmona es una de las esculturas más bonitas de la ciudad. Durante todo el año está en uno de los altares de la iglesia de la Clerecía, aunque procede de la antigua sacristía.
También en la Clerecía, en el altar que está frente al que ocupa el Cristo flagelado, se encuentra Nuestra Señora de las Lágrimas, escultura mucho más moderna que la anterior.
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