"La historia que escribimos, tiene que ser testigo de la vida" (Cicerón)
Esta mañana he estado en la presentación del sexto y último tomo de la historia de Salamanca, último de momento, porque la historia continúa, se escribe cada día, ya que, en palabras del alcalde de la ciudad, el presente de hoy es el pasado de mañana.
Por cierto, que en este último tomo ha intervenido mi marido.
Por cierto, que en este último tomo ha intervenido mi marido.
La presentación se ha celebrado en el salón de recepciones del Ayuntamiento de Salamanca, que junto al Centro de estudios salmantinos que edita la obra, han organizado la presentación.
Salón de recepciones del Ayuntamiento de Salamanca |
Se ha recordado a los que participaron en esta obra y ahora ya no están con nosotros, como el director, José Luis Martín Rodríguez.
El alcalde ha querido recordar también, a todos aquellos salmantinos que por diversas circunstancias tuvieron que marcharse fuera y hacer su vida lejos de su tierra, y también a todos aquellos que no siendo de aquí, hicieron de Salamanca su ciudad.
El alcalde de Salamanca, Don Alfonso Fernández Mañueco, durante su intervención al final de la presentación |
La historia se valora desde el conocimiento, es un instrumento fundamental para conocer nuestros errores y nuestros aciertos en el pasado, por esto es tan importante tener una buena historia de la ciudad.
El presidente del centro de Estudios salmantinos, Don Dámaso García Fraile, durante su intervención |
Precisamente este año se han cumplido 125 años de la primera historia de Salamanca, escrita por Villar y Macías. En aquel momento se le concedieron mil pesetas durante cuatro años para que la escribiera.
Todos hacemos grande Salamanca. Nos sentimos orgullosos de ser salmantinos y de conocer nuestra historia.
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