"Los dos miramos el cielo azul, el castaño sin hojas con sus ramas llenas de gotitas resplandecientes..." Diario de Ana Frank
Es una ruta que puede hacerse con cochecitos de bebés y con sillas de ruedas, está adaptada para personas con movilidad reducida y para invidentes. El recorrido es de un kilómetro y medio, con un desnivel de veinte metros, se tarda una media hora. Dificultad baja. Hay bancos cada doscientos metros y varios paneles informativos que nos hablan del entorno.
La senda parte del área recreativa El Casarito. Se trata de una ruta circular, pudiéndose dejar el coche en el aparcamiento que hay al principio. Coincide parte del recorrido con otras rutas de senderismo de la zona, pero está bien indicado para no perderse.
Primero se pasa por un rebollar, con varios ejemplares de roble melojo (quercus pyrenaica) . Estas fotos son de hace una semana. Algunos robles aún tenían muchas hojas verdes, pero otros ya tenían preciosos tonos ocres y rojizos. Su madera se utiliza en construcción, para hacer barricas de vino, y como leña.
Robles en la senda de los castaños centenarios |
Gran parte del terreno está cubierto de helechos, además podemos ver líquenes y musgo en muchos robles. A veces, tanto el musgo como los líquenes, se utilizan como indicadores biológicos, según su color y disposición, para medir la contaminación de un espacio natural.
Robles con líquenes y musgo en la senda de los castaños centenarios |
Durante la senda, tenemos una buena vista de la Peña de Francia. En esta zona caminamos sobre una pasarela de madera.
Peña de Francia desde la senda de los castaños centenarios |
Después continuamos hacia un bosque de castaños centenarios, algunos de más de quinientos años. Hay un ejemplar catalogado como árbol singular. Tiene el tronco completamente hueco, estaba lleno de hojas. En la fecha que fuimos, ya había perdido gran parte de ellas. Mide once metros de altura (según panel informativo en la zona) y tiene unos trescientos cincuenta años y su tronco mide unos nueve metros de diámetro.
Castaño singular en la senda de los castaños centenarios |
El castaño es muy apreciado por su madera, en carpintería y ebanistería. También es apreciado por su fruto, las castañas, que se agrupan dentro de una especie de erizo con pinchos. En cada erizo puede haber de una a tres castañas.
Se introdujo en la Sierra de Francia en la época de los romanos, para dar de comer a los esclavos que trabajaban en las minas de las Cávenes.
Castaño |
Durante el camino pasamos junto a varios huertos de los vecinos de pueblo de El Casarito. Esta foto es del refugio en uno de ellos.
Refugio en uno de los huertos junto a la senda de los castaños centenarios |
Gracias por ayudarnos a descubrirnos rincones de Salamanca. Hace poco hice esta ruta y voy a añadir otro punto de interés muy cercano. Saliendose un poco (unos 200 m) de la ruta adaptada se encuentran las figuras de Tomé: son representaciones de animales grabadas en piedra. Lo niños, y los no tan niños, pasan un buen rato descubriendolas.
ResponderEliminarLas conozco, pero no tengo fotos. Este día no tenía mucho tiempo y no pude ir.
EliminarGracias por visitarme. Saludos