ESTE SITIO UTILIZA COOKIES DE GOOGLE PARA PRESTAR SUS SERVICIOS Y PARA ANALIZAR SU TRÁFICO. TU DIRECCIÓN IP Y USER-AGENT SE COMPARTEN CON GOOGLE, JUNTO CON LAS MÉTRICAS DE RENDIMIENTO Y DE SEGURIDAD PARA GARANTIZAR LA CALIDAD DEL SERVICIO, GENERAR ESTADÍSTICAS DE USO Y DETECTAR Y SOLUCIONAR ABUSOS
MAS INFORMACIÓN ACEPTAR

Visita Salamanca con un guía oficial. Los guías turísticos somos el mejor medio para conocer una ciudad. Visitas diurnas y nocturnas. Visita monumental y recorridos temáticos: ruta literaria, ruta de leyendas, ruta universitaria, ruta de tapas... Descubre la magia de una ciudad única declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
DESCUBRE LA MAGIA...


lunes, 28 de marzo de 2022

EL TESO DE SAN CRISTOBAL

"La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla
Gabriel García Márquez

Hoy escribo una publicación que tiene un significado especial para mi, se trata del Teso de San Cristóbal, en Villarino de los Aires. ¡Cuántos recuerdos de aquella zona! Hacia muchos años que no iba por allí, pero volví hace un mes y así nació la idea de escribir sobre el Teso. Está situado en lo alto de una falla de unos 300 metros, con varios miradores, uno hacia el río Tormes desde el Balcón de Pilatos, que podéis ver en la primera foto. Ese Tormes que va ya hacia el Duero para fundirse con él en Ambasaguas.

Mirador Balcón de Pilatos

En el Teso de San Cristóbal pudo haber un santuario que estaría cerca de un castro de la II Edad del Hierro. Más tarde debió ser ocupado por los romanos, ya que en los años noventa del siglo XX se encontraron restos de cerámica y una estela ya desaparecida.
        En la parte alta encontramos la llamada “Peña del Pendón” que podría ser la parte principal de un posible santuario, tiene tallado un trono, con el asiento de base irregular, mirando hacia el interior del santuario y el respaldo hacia el abismo. Consta de varias entalladuras a manera de escalones. Las entalladuras escalonadas (o cazoletas escalonadas) se cree que más que para subir, formaban parte del altar. Es un tipo que se da bastante en la meseta, se llama de altares escalonados porque se supone que los líquidos de las ofrendas se echarían en la superior e irían cayendo en cascada de una a otra.
     Antiguamente se izaba en ella el pendón, de ahí el nombre de la Peña, como confirmación de identidad local, más tarde sería una mata de carrasco.
El padre Morán llegó a Salamanca en 1912 y recorrió la provincia, recopilando leyendas, tradiciones y supersticiones de la provincia y datos de etnografía. Contaba, por ejemplo, que según la tradición, la Peña del Pendón decidía la culpa o la inocencia de los acusados: si el acusado lograba mover la piedra es que era inocente, pero si no la podía mover, sería inculpado.

Peña del Pendón

        Las piedras han ejercicio una gran atracción en la antigüedad y en un muchos casos, también en la actualidad. Algunas se consideran sagradas por sus funciones rituales, por sus marcas, y también por las tradiciones y creencias que existen en torno a ellas, considerándolas mágicas en numerosas ocasiones. Se utilizaban para celebrar ritos funerarios, adivinatorios, de fertilidad, de casamiento, de deseos…

Mirador desde la Peña del Pendón


También encontramos en la zona cazoletas y acanaladuras talladas en algunas piedras, utilizadas en las ceremonias, algunas de las cuales podrían ser para ofrecer sacrificios de animales. 
La barra roja y blanca que veis en las fotos es un jalón de arqueología. Mide un metro y está dividido en tramos de 20 cm. Las dos fotos que lo tienen son de mi hijo y mi nuera, ambos arqueólogos; mi hijo David me ha ayudado también revisando esta publicación.

Cazoletas y acanaladuras





Además, en algunas zonas hay también talladas huellas de pies o medio pie, como podemos ver en esta foto.













        

     “Antes de entrar en Villarino, a poco de haber subido el Tormes, nos desviamos para montar al teso de San Cristóbal, en que se celebraba aquel día, uno o dos de mayo, romería. Y no la olvidaremos nunca, pues la llevamos agarrada a los hondones de la retina del espíritu…
          Así describía Miguel de Unamuno, en un viaje por Los Arribes en 1902 la fiesta en el teso; la romería se celebraba a primeros de mayo. Y el día del hornazo, o lunes de aguas como se conoce en otras zonas, se celebraba el primer lunes de Pascua en el Valle del Palacio y en el Teso de la Rachita. El valle del palacio estaba detrás de mi casa y nosotras lo llamábamos solo “El Valle”.
        En Salamanca el “lunes de aguas” se celebra el segundo lunes de Pascua. La siguiente foto es de 1902, tomada durante esa visita de Unamuno. Pertenece a la Universidad de Salamanca (Gredos)
                    
1902. Visita de Unamuno al Teso de San Cristóbal. Villarino de los Aires

    El posible santuario rupestre del Teso de San Cristóbal tiene paralelos en otros santuarios similares situados dentro o en las inmediaciones de castros de la Edad del Hierro, muchas veces sobre los meandros de los ríos. El ejemplo más claro en Salamanca es el santuario que hay junto al castro del Picón de la Mora y un poco más elaborado y más conocido es el altar rupestre del castro de Ulaca en Ávila.

Otras publicaciones de mi blog sobre los castros en la provincia de Salamanca

Otras publicaciones sobre Arribes:

No hay comentarios:

Publicar un comentario